miércoles, 25 de abril de 2007

Vuestra prisa




«Amigos, yo quisiera conoceros un poco. Pero os escondéis entre gestos, entre montañas de gestos y palabras. Os lanzáis vuestras palabras para enseñaros unos a otros lo que sabéis, como si os enseñarais los dientes. Quizá habéis conocido alguna vez aquel puro placer de regalar palabras, de escuchar las que el otro nos regala. Pero se os va olvidando poco a poco.»


He terminado de leer la recopilación de artículos de Carmen Martín Gaite que Siruela ha agrupado bajo el nombre de 'Tirando del hilo'. Libro que me he leído de un tirón compartiendo con ella sus gustos y sintiéndome atraída por las pequeñas joyas que aún no he descubierto y que gracias a sus palabras no tardaré en leer (Natalia Winzburg, 'La infancia recuperada' de Savater, 'El cuarto de atrás' de la misma Carmen, etc.). Me he emocionado con sus palabras desde el comienzo del libro, me encantó el articulo escrito en el año 49 donde se asusta de esa masa de gente que ya en aquellos años no se sentían 'persona' si no poseían un coche. Coche que les impide disfrutar del detalle de las cosas y sólo les sirve como huida hacia un destino del que una vez alcanzado sólo se desea regresar, alejándose de esa 'persona' por las que quieren ser reconocidos.
He compartido con ella la pasión por muchas de sus lecturas recomendadas (Buzzati,Virginia Woolf, Italo Svevo, Onetti, etc.). He aprendido de su amor por la lectura sosegada y pausada que incita la imaginación. He deseado como ella un mundo sin prisas, con calma, que permita construir un mundo interior enriquecido por las observaciones minuciosas de las maravillas que te rodean. He recordado con ella el maravilloso mundo de Celia en el que también me sumergí cuando era niña.

"No te dejes engañar: intentar realizar los sueños es lo único que al final de la vida te reconcilia contigo mismo"

Añado las películas vistas el fin de semana:













Si tengo que seleccionar alguna me quedo con 'El Ilusionista' un bonito cuento con final sorprendente.
A Peter le gustó Brick, película de cine negro ambientada en un instituto. La verdad es que es bastante curiosa y original, aunque con mi torpeza me perdí algunos hilos que me tuvo que explicar al final.
La que menos nos ha gustado es la de Antonio Banderas, demasiados efectos para no ahondar en la esencia.

Y por último una novedad tecnológica, nos han dado un móvil Nokia N95 bastante chulo. Por fin tengo un móvil que me sirve para casi todo: agenda (en vista de mi incapacidad de usar la IPAQ por el incordio de llevar tanto chisme), cámara de fotos para llevar encima y de las que salen pasables, wifi para navegar sin que cueste un duro, reproductor de música (incluso reproduce el formato del ipod, así que puedo trasferir directamente de mi ipod), radio y un montón de aplicaciones que como es habitual en mi nunca usaré (permite incluso tener podcast).

lunes, 16 de abril de 2007

Flannery O'Connor


«Soy una de esas personas que penetran la nada. La buena gente del campo»



Este fin de semana he terminado los cuentos de Flannery O'Connor en edición bolsillo para que fuera más cómodo de llevar al parque.

Un conjunto imprescindible de buenos cuentos que como dijo la propia Flannery se expande dentro de mi para mi propio crecimiento personal:


«Un buen cuento no puede ser reducido, sólo puede ser expandido. Un cuento es bueno cuando ustedes pueden seguir viendo más y más cosas en él, y cuando, pese a todo, sigue escapándose de uno.»
En este enlace podéis leer uno de sus cuentos: 'El río', aunque no es de los mejores os puede servir de ejemplo de su prosa.

Durante las mañanas del fin de semana ha hecho muy buen tiempo y como siempre hemos disfrutado del placer gratuito más gratificante, pasear por el parque (en este caso el Retiro) y tomar el sol mientras leemos buenos libros.
Por las tardes las nubes cubrían el cielo e incluso soltaban algo de agua, es curioso pero hasta hoy Martes todos los días han seguido el mismo patrón. Así que nos dedicamos a ver pelis y continuar con otras lecturas (en mi caso 'Tirando del hilo', una recopilación de artículos de Carmen Martín Gaite), Pedro además enreda con el ordenador y juega a la PSP (en su caso decir que libro está leyendo es más complicado porque tiene 5 o 6 empezados de los cuales un porcentaje alto está medio abandonado, parece que sobre que al que más caso hace es 'Obra selecta' de Cyril Connolly).
Las películas vistas (todas francesas) han sido más bien flojas pero las pongo para que no se me olvide que las he visto:




'Algunos días de Septiembre', bastante entretenida sin ser película de culto. A los mellis quizás les guste, al menos no es sólo acción.








'El último día' un drama un tanto enrevesado.











'Zazie en el metro' una comedia al estilo Tati. Demasiado locura para mi gusto aunque curiosa.









En cuanto a las sesiones fotográficas con la Lumix LX2 parece que vamos mejorando, aunque hubo mosqueo inicial porque las fotos salían demasiado ruidosas, parece que poco a poco Pedro va aprendiendo a salvar el problema que tiene la cámara al salvar a JPEG.

miércoles, 11 de abril de 2007

Semana Santa 2007


Este año hemos cogido vacaciones en Semana Santa para disfrutarlas en Sevilla. Nos fuimos el sábado 31-03-2007, en el ave de las 13:00, comiendo un bocata en el mismo tren. La tarde la dedicamos a visitar algunas iglesias (el Silencio, el Santo Entierro y el Museo) para ver los pasos preparados. Todos muy bonitos pero la que más la Virgen de las Aguas que podéis ver en la foto, será por el cariño que le tengo. Para terminar el día tomamos unas tapas con mi hermano Jesús y mis padres en el bar 'Amarillo Albero' en la plaza de la Gavidia donde disfrutamos de las raciones que seleccionamos (taleguita de queso con frambuesa, langostinos con beicon, bacalao especialidad de la casa y unas croquetas), todo buenísimo y además el camarero bético tela de simpático.

Las mañanas las hemos pasado en el parque de Mª Luisa, leyendo y respirando el aroma de las jacarandas, los árboles del amor y el azahar de los naranjos.



Las tardes de procesiones, aunque la lluvia estropeó algunas cofradías las que pudieron salir las aprovechamos al máximo buscando sus mejores rincones. Los selección de momentos en los que más difrutamos fueron:

  • El Domingo, ver la virgen de la Paz saliendo del parque a la entrada de su barrio donde caminaba acompañada de saetas.
  • El Lunes, la salida del Museo desde la misma puerta de la capilla; ver el movimiento sigiloso de los pasos a través de las rejas de sus grandes ventanales y la emoción de contemplar a la Virgen de las Aguas en la calle después de tantos años sin verla (me trae tantos recuerdos…)
  • El Martes, Santa Cruz llegando a la Plaza de la Alianza bajando la calle Rodríguez Caro. Paso lento y callado del Cristo, y carrera de la Virgen para refugiarse en la catedral por un chubasco de gruesas gotas que clausuró los recorridos de ese día.
  • El Miércoles fue el día de los lugares recogidos, nos gustó ver a la virgen de San Bernardo en el trozo de muralla entre las calles Aire y Madre de Dios, tuvimos que retirarnos del pequeño hueco donde estábamos colocados al no caber el palio, recorriendo unos pasos delante de la imagen. Disfrutamos más aún si cabe, viendo el Cristo de Burgos por la calle Alcaicería, impresionante silencio de la gente ante el Cristo en su caminar por la estrecha calle, con la Virgen caminamos hasta salir a la Alfalfa cada vez más comprimidos por la gente arrasada por el paso en su discurrir por la calle en la que el palio casi rozaba los balcones y caminando cerquita del capataz (un niño de unos 14 años al que su padre confió el recorrido más complicado del paso).
  • El Jueves pensábamos marcharnos a la playa pero el tiempo inestable hizo que nos quedáramos en Sevilla, este día nos gustó el Valle por la calle Lasso de Vega en la esquina con Trajano. Fue bonito ver el primer paso acompañado de los niños cantores y recibir las miradas de las santas mujeres que acompañaban a Cristo por estar al lado izquierdo del paso tal como me contó Pedro, si hubiésemos estado en el derecho hubiésemos recibido a mirada del Señor.
  • El Viernes, ver salir San Isidoro pegaditos al quicio de la puerta viendo bajar la cofradía por la calle Luchana hacia la cuesta del Rosario ante un sol recién surgido de unas nubes llenas de lluvia y también disfrutamos al ver salir Montserrat de su pequeña capilla.
  • El Sábado tan sólo vimos los Servitas a su paso por los palcos y nos volvimos a Madrid con tristeza.


El Domingo nos sirvió para organizar un poco la casa y prepararnos para la rutina diaria. Vimos una película de nuevo sobre el conflicto irlandés: "Sunday Bloody Sunday", pasable pero tampoco extraordinaria.


lunes, 9 de abril de 2007

Buzzati




Durante la Sema Santa me he leido 'Sesenta relatos' de Dino Buzzati. He encontrado algunos de sus cuentos completos en Ciudadseva (por si alguien quiere conocer un poquito y ver si os entra el gusanillo como a mi), además os pongo una selección de fragmentos de los cuentos que más me han gustado, me faltaría añadir algo del relato 'Los 7 pisos' pero considero que es mejor leerselo completo.


Fragmento de 'La gota':
«¿No será entonces una alegoría? ¿Un símbolo de la muerte, por decirlo de alguna manera? ¿O de un peligro que acecha? ¿O los años que pasan? [...] Os digo que no, que hablo en serio, que no hay dobles sentidos. [...] Se trata simplemente de una gota de agua que de noche sube por la escalera.»
Fragmento de 'Los siete mensajeros':
« No existe, sospecho, frontera, al menos en el sentido en que nosotros estamos acostumbrados a pensar. No hay murallas que separen ni valles que dividan ni montañas que cierren el paso. Probablemente cruzaré el límite sin advertirlo siquiera e, ignorante de ello, continuaré avanzando. Por esta razón pretendo que, cuando me hayan alcanzado de nuevo, Escipión y los otros mensajeros que le siguen no partan ya hacia la capital, sino que marchen por delante, precediéndome, para que yo pueda saber con antelación aquello que me aguarda. Desde hace un tiempo, se despierta en mí por las noches una agitación insólita, y no es ya la nostalgia por las alegrías abandonadas, como ocurría en los primeros tiempos del viaje; es más bien la impaciencia por conocer las tierras ignotas hada las que me dirijo. Día a día, a medida que avanzo hacia la incierta meta, voy notando -y hasta ahora a nadie se lo he confesado- cómo en el cielo resplandece una luz insólita como nunca se me ha aparecido ni siquiera en sueños, y cómo las plantas, los montes, los ríos que atravesamos, parecen hechos de una esencia diferente de aquella de nuestra tierra, y el aire trae presagios que no sé expresar. Mañana por la mañana una esperanza nueva me arrastrará todavía más adelante, hacia esas montañas inexploradas que las sombras de la noche están ocultando. Una vez más levantaré el campamento mientras por la parte opuesta Domingo desaparece en el horizonte llevando a la ciudad remotísima mi inútil mensaje. »
Fragmento de 'Algo habia sucedido':
« Sin decir palabra, la señora levantó un poco el fragmento, a fin de que pudiéramos verlo. Todos lo habíamos visto, aunque ella aparentaba ignorarlo. A medida que crecía el miedo, nos volvíamos más cautelosos. Corríamos como locos hacia una cosa que terminaba en ION y debía de tratarse de algo espeluznante; poblaciones enteras se daban a la fuga. Un hecho nuevo y poderoso había roto la vida del país, hombres y mujeres solamente pensaban en salvarse, abandonando casas, trabajos, negocios, todo, pero nuestro tren no, el maldito aparato, del cual ya nos sentíamos parte como un pasamano más, como un asiento, marchaba con la regularidad de un reloj, a la manera de un soldado honesto que se separa del grueso del ejército derrotado para llegar a su trinchera, donde ya la ha cercado el enemigo. Y por decencia, por un respeto humano miserable, ninguno de nosotros tenía el coraje de reaccionar. ¡Oh los trenes, cómo se parecen a la vida! Faltaban dos horas. Dos horas más tarde, a la llegada, ya sabríamos la suerte que nos esperaba a todos. Dos horas. Una hora y media. Una hora. Ya descendía la oscuridad. Vimos a lo lejos las luces de nuestra anhelada ciudad y su inmóvil resplandor reverberante, un halo amarillo en el cielo, nos volvió a dar un poco de coraje. La locomotora emitió un silbido, las ruedas resonaron sobre el laberinto de los cambios. La estación, la superficie -ahora oscura- del techo de vidrio, las lámparas, los carteles, todo estaba como de costumbre. Pero, ¡horror! Aún el tren se movía, cuando vi que la estación estaba desierta, los andenes vacíos y desnudos. Por más que busqué no pude encontrar una figura humana. El tren se detuvo, al fin. Corrimos por el andén hacia la salida, a la caza de alguno de nuestros semejantes. Me pareció entrever al fondo, en el ángulo derecho, casi en la penumbra, a un ferroviario con su gorro que desaparecía por una puerta, aterrorizado. ¿Qué habría pasado? ¿No encontraríamos un alma en la ciudad? De pronto, la voz de una mujer, altísima y violenta como un disparo, nos hizo estremecer. "¡Socorro! ¡Socorro!", gritaba y el grito repercutió bajo el techo de vidrio con la vacía sonoridad de los lugares abandonados para siempre. »

No se me ha olvidado escribir sobre la Semana Santa, estoy esperando que Pedro me pase las fotos que ha hecho con nuestra nueva camara la Lumix LX2, que nos compramos el viernes 30 de Marzo en la tienda Galeote que hay en la calle Preciados.