Ya finalicé 'Senectud', que al igual que 'La conciencia de Zeno' me ha gustado y me ha atrapado en su lectura.
Senectud encierra una hondura infrecuente. Ya sólo el título nos informa de que lo que allí se trata sucede de un modo subterráneo, pues su protagonista es, en realidad, un joven con pretensiones bohemias, aunque incapaz de incidir en su propia vida:
"Durante mucho tiempo el recuerdo de su aventura le dejó descontento y desequilibrado. El amor y el dolor habían pasado por su vida y, privado ahora de aquellos elementos, se encontraba con la sensación de uno a quien le han amputado una parte importante de su cuerpo. Aquel vacío, sin embargo, acabó por colmarse. Renació en él el gusto por la seguridad, por la vida tranquila, y la preocupación por sí mismo sustituyó a otro deseo cualquiera"
Es decir, alguien espiritualmente envejecido, apresado en la opresiva Trieste y su hipócrita moralismo. De algún modo nos está hablando de la búsqueda de la esencia de cada ser humano, esto es, la capacidad de rebelarse contra lo que podría ser un destino prefigurado y la desidia para no hacerlo. Nadie es plenamente consciente de ello, parece decirnos Svevo, y en la vida es posible dejarse arrastrar en una rutina que no conduce al intento de la felicidad, sino a la mera apariencia de ese intento. En esa apatía espiritual, enmascarada incluso en una actividad frenética o triunfadora, reside la senectud. Y eso genera conflictos, dilemas interiorizados que dimanan en obsesiones o, si se prefiere, neurosis.
Cambiando de tema, ayer fuimos a un seminario de dotMobi del que aprendí poco ... me resigno a pensar que el futuro de los servicios móviles sea tal como lo cuentan. Aprovechando que estábamos en la Puerta de Alcalá nos invitaron a comer al 'Thai Gardens' en la calle Jorge Juan. Es el primer restaurante tailandés que se abrió en España y por lo visto es transitado por famosos como Paz Vega, MarisaNeus Asensi, Elsa Pataki, Rosa Regás y Lucía Etxebarria. Nosotros no vimos a ninguno, nos gustó el sitio muy bien decorado en una casa palacio del barrio de salamanca con un bonito jardín, budas dorados, velas y orquideas en las mesas. La comida no nos convenció y menos tras la experiencia del Oam Thong, sus sabores nos parecieron más convencionales faltandole autenticidad, los restaurantes cuando se transforman en mega-cadenas dejan mucho que desear. Comimos el menú degustación (por cierto el doble de caro que el Oam Thong y la calidad para mi gusto es inferior).
Por la tarde nos fuimos al centro y en la calle Gran Vía casi nos chocamos con Najwa Nimri, Pedro ni se dio cuenta (va siempre sumido en sus pensamientos) !!!
3 comentarios:
Muchas gracias por tu comentario sobre el Oam Tong. Estaba deseando tener una recomendación sobre el sitio (me he vuelto un poco desconfiado, porque siempre me la cuelan en los restaurantes)...
... y tu recomendación me ha dejado los dientes larguísimos.
Una preguntilla: ¿el menú urbano es solo para la comida o tambien vale para las cenas durante semana?
El menu urbano creo recordar que era solo para el mediodia. Si quieres puedes llamar y preguntar porque el dueño es muy simpatico (siempre con la sonrisa en la boca) y seguro que te informa mejor (el numero es: 91 515 10 49).
Yo he estado en Thailandia este verano y se parece mucho a lo que comí por aquellas tierras, sobre todo en la de las regiones del Norte (Chiang Mai/Chiang Rai).
Very valuable piece
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